Manuel Nieva

Nació el 17 de septiembre de 1944 en la ciudad de Monteros, provincia de Tucumán. Antes de su secuestro se desempeñaba como empleado del correo y delegado sindical en Córdoba. En paralelo a su actividad laboral se dedicaba a vender libros. A mediados de enero de 1977, una patota lo secuestró en su casa y lo llevó al CCD Departamento de Informaciones de la policía de Córdoba (D2), donde permaneció 15 días. De ahí lo llevaron a la cárcel de San Martín donde estuvo hasta el año 1980, fecha en la que salió en libertad.

Si ya escribía desde adolescente, la necesidad se hizo más fuerte en la cárcel donde estuvo mantenido en estado de incomunicación hasta el año 1979. Ante la falta de todo recurso y las prohibiciones cotidianas, la voluntad de comunicarse y de componer no disminuyó sino que se incrementó hasta el punto de llevarlo a escribir en lugares insólitos, como en las paredes, por ejemplo. Manuel Nieva es uno de los pocos poetas que transmitió sus textos a través de los «caramelos», debido a las precarias condiciones sufridas en la cárcel de San Martín durante su detención. Se trata de un papel muy fino, que ya sufrió las marcas del paso del tiempo y que se encuentra roto en varias partes. Sin embargo, la fuerte probabilidad de que sus poemas no lograran salir o fueran violentados durante el arriesgado viaje fuera de la cárcel no desanimó a Manuel Nieva, quien nos ofrece hoy un material de alto valor testimonial y literario. Estos poemas, compuestos en 1978, revelan pues, según sus palabras, que «el hombre no puede vivir sin poesía», y ponen de realce la creatividad y la alta capacidad del ser humano de adaptarse en situaciones límite como lo fue la última dictadura argentina.

POEMAS